Inicio > Escépticos > Pidiendo un milagro

Pidiendo un milagro

Conversando acerca del milagro de la bomba, algunos visitantes dejaron comentarios del siguiente tenor:

Se salvan ocho religiosos jesuitas y mueren 80.000 personas, me supongo que nativos japoneses casi todas, ¿y a eso lo quieren llamar milagro?

o

Puestos a hacer un milagro, sería más lógico y fructífero que hubiera sido al revés, solamente 8 víctimas, o si quieren ninguna, y cientos de miles de supervivientes indemnes, pero no, eso nunca pasa, será una cuestión del reglamento milagrero celestial

Lo que me hace bastante gracia, pues implica que una criatura le esté dictando a su creador el cómo y el cuando de lo que hacer. De ahí que les contesté:

en mis oraciones de hoy pondré en conocimiento de la divinidad vuestros estrictos estándares en lo relativo a la confección de milagros. Hecho eso, sólo nos queda esperar que el creador esté a la altura de vuestra exigencia.

Pero parece que mi sarcasmo no ha llegado a ser tan eficaz, porque otro comentarista responde:

Patoace, en su oración no es necesario que pida a Dios un estándar determinado para los milagros, para ustedes ya vale el que tienen, que viene a ser que es milagro lo que la Iglesia dice que lo es y punto en boca, quien no lo acepte, peor para él, será por ser hereje o ateo.

Que tanto quiere decir como “no importa el milagro que sea, igual no creeremos”. ¿Se acuerdan cómo termina la Parábola del hombre rico y el pobre Lázaro?

27 Entonces [el hombre rico que había muerto y estaba en el infierno] le dijo [a Abraham]: Te ruego, pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre, 28 porque tengo cinco hermanos, para que les testifique, a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento. 29 Y Abraham le dijo: A Moisés y a los profetas tienen; óiganlos. 30 El entonces dijo: No, padre Abraham; pero si alguno fuere a ellos de entre los muertos, se arrepentirán. 31 Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.

La petición del alma atormentada coincide con nuestra percepción habitual acerca de la fe y la incredulidad: el escéptico dice que no cree por falta de pruebas, pero si viera un milagro ¡creería y se salvaría! ¿Por qué Dios no los hace más seguido?.

Sin embargo, este intercambio de comentarios nos muestra aquello que NSJC, conociendo íntimamente la naturaleza humana, expresa a través de las palabras de Abraham: que el ser escéptico tiene más que ver con la voluntad de mantener una ideología determinada, que con el honesto análisis de las pruebas, de modo que ni siquiera un muerto resucitado los convencería.

O como lo dijo John C. Wright

Tal vez te preguntes por qué, si Dios puede convencer ateos de adorarle simplemente dejándose caer de visita, no lo hace más a menudo. La razón es que no sirve de nada, absolutamente de nada, ni un poco. Cuando sufro dudas, cuando me fe se debilita, mi confianza en la memoria también se debilita. La fe y la incredulidad no tienen NADA QUE VER con la evidencia que se nos presente a la razón o a los sentidos. Tiene que ver con una voluntad humilde y un corazón dispuesto. Si Dios presentara evidencia a los escépticos, todo lo que ocurriría es que los escépticos dudarían de la evidencia. Si Dios entregara un argumento lógico para probar su propia existencia, todo lo que ocurriría es que los escépticos dudarían del poder de la lógica para probar lo que sea.

Categorías: Escépticos
  1. Kewois
    13/08/10 a las 1:16 am

    >una criatura le esté dictando a su creador el cómo y el cuando de lo que hacer

    NO!
    Yo no le dicto al «creador» que es lo que debe o no debe hacer.
    Le digo al humano que me habla de tal creador que lo que el promulga es absurdo.
    Si mueren 80.000 y se salvan 8 entre otros,no veo por que eso implique que hay un creador todopoderoso y bondadoso.
    Mas aun que el humano jamas puede contestar la pregunta excepto escudandose en que «los caminos del Señor son misteriosos»

    «Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levantare de los muertos.»

    Eso es simplemente una falacia ad hominem.
    Como son incrédulos siempre seran incredulos ante cualquier cosa. entonces no se hace nada.
    Simplemente se justifica una vez mas que los milagros son siempre a posteriori.

    >Wright

    Limitadisimo el TODOPODEROSO que no puede convencer a nadie excepto a los que ya creen.
    O la excusa de que Dios jamas presentara pruebas a pedido.
    Hay que esperar un suceso oscuro con poca evidencia y que la autoridad salga a proclamarlo. cuando los escepticos desconfien los creyentes señalaran al incredulo.

    claro que eso no hace ninguna mella en milagros deotras rteligiones o variantes del cristianismo que los devotos catolicos deshechan de un plumazo al igual que hacen los escepticos.

    Se ve que Buda y abraham tambien tienen ese problema junto al los ovnis, espectros y el hombre de la bolsa

    K

  2. Jorge
    13/08/10 a las 2:11 pm

    Pato, creo que diste vuelta lo planteado por tus interlocutores para hacerlo coincidir con tus ideas.

    Leyendo lo que plantean, no es una pretensión de dictaminar a dios cómo debe ser el milagro, sino una directa crítica a tí, por catalogar de milagro a algo que costo de la vida 80 mil personas.

    O los seres humanos somos meros instrumentos al antojo y capricho de dios y entonces que sea o no milagro da lo mismo…o somos fines en sí mismos y por tanto, es irrisorio llamar milagro a una brutalidad humana que costo miles de vidas inocentes.

  3. Florido
    14/08/10 a las 3:56 pm

    Suscribo los comentarios de Kewois y Jorge. El quid de la cuestión no radica en que queramos dictar a Dios lo que debe ser un milagro, sino en lo que nosotros podamos entender como un milagro, puesto que han sido los hombres y no Dios (no está de más recordarlo) los que le han dado esa categoría.

    De un milagro, dado que Dios es bueno, esperamos un resultado bondadoso, y, sin embargo, de este hecho solo se observa un acontecimiento horrible. Lo de los jesuitas es anecdótico y contradictorio, pues no puede caber un milagro cuando se salvan 8 personas y mueren 120.000 japoneses (civiles: niños, mujeres y ancianos incluidos). Sería un milagro bastante macabro.

    No. Es más coherente pensar que los jesuitas y la Iglesia Católica quieren ver un milagro donde solo hay un hecho singular. Los jesuitas no fueron los únicos que se salvaron y sobrevivieron a la bomba que arrasó Hiroshima, aunque lógicamente fueron pocos. Parece, como digo, más un producto del merchandising eclesial que un favorecimiento de Dios por unas plegarias.

  4. 14/08/10 a las 9:19 pm

    Hola Florido, gracias por comentar.

    Un milagro es un hecho extraordinario, no atribuible a la acción de fuerzas naturales. En este caso, además, ese hecho extraordinario es considerado por los afectados como un resultado bondadoso.

    El problema que plantean Kewois y Jorge, en definitiva, es de igualdad: por qué ellos sí y los otros no. Ese puede ser un argumento más o menos convincente, pero no quita que lo que efectivamente ocurrió sea un milagro.

    Por ejemplo, cuando NSJC llevó a cabo su ministerio de 3 años en judea, sanó milagrosamente a muchos ciegos, enfermos y paralíticos, pero nadie ha dicho que haya sanado a todos los enfermos que había a su alcance en ese momento ¿Significa eso que no se puede hablar de milagros? Creo que no.

    ¿Se podría decir que NSJC fue cruel por haber sanado algunos y no a todos los enfermos de Judea? Sólo una interpretación abierta y voluntariamente hostil podría afirmar tal calificación. Y ese el punto de esta entrada: no se trata de si hay o no milagros, sino de personas que voluntariamente han elegido que no creerán.

  5. Kewois
    17/08/10 a las 11:57 am

    Hola:

    Pero no sería muchísimo más convincente un milagro generalizado????

    Imagina que el Papa diga que va a rezar por la cura del cáncer de TODOS los niños del mundo y que EFECTIVAMENTE se curan TODOS los niños del mundo.

    En cambio tienes milagros tipo Lourdes. Donde van miles y alguno que otro DICE que se cura o se cura pero puede haber otra explicación.

    Los relatos de milagros, de cualquier religión, suenan siempre a explicaciones a posteriori de un hecho.

    Hay relatos de soldados que rezaron a la mañana y por la tarde una bala les impactó en el rosario salvándole la vida. Se habla de milagro.

    Pero cuando en Perú durante un terremoto decenas se refugiaron en una iglesia a rezar y se cayó el techo aplastándolos se habla de casualidad o fatalidad.

    Relatos de milagros dados por testigos «confiables» los hay de cientos de personas incluso del Emperador Vespasiano que curaba ciegos con su saliva.

    Parecería ser que independientemente de la religión o el Dios invocado hay miles de «milagros» (Sai Baba, Pastores evangélicos, San la muerte)

    Pero curiosamente nadie parece prestarse a comprobar esos milagros o testearlos bajo condiciones controladas.

    Es mas los adherentes a la religión «A» desechan de un plumazo todos los milagros de las demás religiones o creencias y no dudan de sus propios milagros.

    Y después está el tema de lo que es justo y lo que no es.

    Kewois

  1. 17/08/10 a las 8:28 pm

Replica a Jorge Cancelar la respuesta